Es un evento gratuito que reúne artistas locales y regionales, buscando impulsar la producción y creación artística, la investigación, el intercambio y el acompañamiento entre colegas.
Jornada Creativa en la Sala Saraco: Estaciones de arte para toda la familia
La propuesta incluye actividades para infancias, tanto en el interior como en el exterior de la Sala. Los participantes podrán disfrutar de las exposiciones del museo, además jugar y crear.
La secretaría de Jefatura de Gabinete de la Municipalidad de Neuquén invita a los vecinos y vecinas a participar de Estaciones de Arte: una tarde de juegos y actividades en la Sala de Arte Emilio Saraco. La actividad se realizará el
sábado de 18 a 20.30.
Las actividades están organizadas en estaciones según las diferentes edades. En la Estación “A” (Interior de la Sal) habrá dibujos para colorear y maquetas de la sala para armar e intervenir.
En la estación “B” (exterior de la Sala) los más pequeños podrán jugar al jenga y dominó, armar rompecabezas gigantes y juegos de encastre; además crear obras con formas geométricas a través de sellos con pintura.
Por último, en la Estación “C” (exterior de la Sala) las niñas y niños a partir de los 10 años, adolescentes y familias podrán desplegar su creatividad en el diseño de afiches artísticos. El afiche es un dispositivo por el cuál artistas y
diseñadores han expresado distintas ideas y pensamientos con diversos recursos. En esta oportunidad el eje será la cultura ¿Qué es la Cultura para vos?
Fuente: Municipalidad de Neuquén
La ciudad de Cipolletti se convierte, una vez más, en el epicentro cultural de la región con la decimonovena edición de la Feria del Libro, que este año lleva por título «Paisaje de Palabras».
Proyecto "Huellas Azules", un Juego de mesa que conecta la Identidad y la Cultura Mapuche
"Huellas Azules", o Pu Kallfü Pünomche en mapudungun, es un proyecto lúdico que nace de la confluencia de historia, identidad y la cosmovisión mapuche, vinculando estos elementos con la cultura y la protección del medioambiente.
La obra fue gestada durante los dos años y dos meses que la autora, Marí Cristina Villar, pasó en la Unidad de Mujeres N°16, un lugar donde la distancia de los afectos se hacía evidente, pero donde encontró en la poesía una forma de conexión con el exterior.