Es un evento gratuito que reúne artistas locales y regionales, buscando impulsar la producción y creación artística, la investigación, el intercambio y el acompañamiento entre colegas.
La artista Fabiola Lefiman realizará una performance en vivo este domingo en en el Kiosco Histórico
Esta actividad se realiza en el marco de la exposición Ruxan: joyas de nuestra tierra, del orfebre y joyero Gustavo Nawel, que se inaugura en el Museo Gregorio Álvarez.
La subsecretaría de Cultura invita a participar de la performance en vivo “Rag ñi ül kimün”, El cantar y saber de la arcilla, que realizará la artista Fabiola Lefiman, el próximo domingo a las 17.30 y hasta las a 21 en el Kiosco Histórico de Neuquén, ubicado en el bulevar de la Avenida Argentina, entre Carlos H. Rodríguez y Alberdi.
La propuesta también contará con la exhibición de una de las piezas de la exposición “Saberes Ancestrales” proyecto Ceramika Concón, en conjunto con la división comunidades Enap y que fueron realizadas con arcillas de los asentamientos arqueológicos cerámicos del Aconcagua.
Fabiola Lefiman es ceramista wizüfe Metawefe mapuche, pertenece a la comunidad Lafkenko de Concón. y realiza obras únicas de autor con técnica ancestral. Trabaja totalmente a mano y se enfoca en el conocimiento y revalorización histórica de los saberes ancestrales mapuche, en el arte del oficio del barro, con un sentido de rescate patrimonial. De este modo, difunde saberes y técnicas ancestrales integrando la cultura, música y la lengua.
La ciudad de Cipolletti se convierte, una vez más, en el epicentro cultural de la región con la decimonovena edición de la Feria del Libro, que este año lleva por título «Paisaje de Palabras».
Proyecto "Huellas Azules", un Juego de mesa que conecta la Identidad y la Cultura Mapuche
"Huellas Azules", o Pu Kallfü Pünomche en mapudungun, es un proyecto lúdico que nace de la confluencia de historia, identidad y la cosmovisión mapuche, vinculando estos elementos con la cultura y la protección del medioambiente.
La obra fue gestada durante los dos años y dos meses que la autora, Marí Cristina Villar, pasó en la Unidad de Mujeres N°16, un lugar donde la distancia de los afectos se hacía evidente, pero donde encontró en la poesía una forma de conexión con el exterior.